Manipular: (Del lat. manipŭlus, manojo, unidad militar, y en b. lat. el ornamento sagrado).
3. tr. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.
Diccionario de la lengua española (DRAE)
22.ª edición (2001)
Real Academia Española
Marco Tosatti ha escrito una entrada en su blog San Pietro e Dintorni, Sep-20-2014, la cual lleva el título origina en italiano “Sinodo: come lo manovro...”. Presentamos aquí una traducción nuestra.
Sínodo: Cómo lo manipulo...
El Sínodo sobre la Familia hablará de muchas cosas, pero los medios de comunicación probablemente hablarán de una sola cosa, y es la posibilidad de que las personas casadas, en la iglesia, divorciadas (sin el reconocimiento de nulidad del vínculo anterior) y vueltas a casar puedan tener la comunión. Y hay un plan para manipularlo ...
MARCO TOSATTI
El Sínodo sobre la Familia hablará de muchas cosas, pero los medios de comunicación probablemente hablarán de una sola cosa, y es la posibilidad de que las personas casadas, en la iglesia, divorciadas (sin el reconocimiento de nulidad del vínculo anterior) y vueltas a casar puedan tener la comunión.
Ya ocurre en una serie de casos, en los cuales los sacerdotes, incluso los “conservadores”, examinan la situación personal y toman sobre sí la responsabilidad de decir: Tome la comunión, pero de manera discreta. Así es desde los tiempos de Juan Pablo II.
¡Pero de todos modos! El cardenal Kasper, quien ya hace veinte años tenía su propia idea al respecto, no aceptada en esos dos reinos, vio con la llegada de Bergoglio la oportunidad de volverla a proponer. A despecho del hecho de que desde Manila a Berlín, desde Nueva York a África la gran mayoría de sus colegas habían, una vez más, reafirmado la doctrina de la Iglesia, basada, por desgracia, en las palabras de Jesús; uno de los pocos casos en los que el enunciado aparece nítido, claro, definitivo, y ni siquiera puesto en duda por los profesionales recortadores de perícopas...
En resumen, la cosa para Kasper & Cia. no ha tenido el aire para irle bien. Pero tal vez haya una manera, para ayudarla. Y para tratar de impedir que las voces molestas lo sean muy fuertes.
El primer punto consiste en pedir que las intervenciones escritas sean consignadas con mucha anticipación. Eso es lo que se ha hecho. Para el 8 de septiembre, el que quería intervenir en el Sínodo debería hacer llegar su pequeño tema.
Segundo: leer atentamente todas las intervenciones, y en el caso que alguna de ellas fuera particularmente picante, dar la palabra a un orador que antes de la intervención espinosa, buscara ya responder, en todo o en parte, a los problemas planteados por la misma intervención.
Tercero: si alguna intervención apareciera ser problemática, decir que lamentablemente no hay el tiempo necesario para dar la palabra a todos, pero que sin embago el texto ha sido recibido, y queda en las actas y seguro que será tomado en cuenta en la elaboración final.
Y, en efecto, no tanto el Sínodo, será importante, sino la síntesis que se preparará, y que traerá la firma del Papa como “exhortación post-sinodal”. Es muy probable que no será un texto claro y definitivo, sino basado sobre una interpretación “fluctuante”. De modo que alguno leyéndolo, pueda tirarlo de la parte que más se le haga comoda.
Humilde observación de un pobre cronista: pero si uno tiene un plan así elaborado y astuto, ¿por qué hablar de ello frente a perfectos extraños durante una suntuosa cena?