Thursday, September 18, 2014

Card. Kasper se muestra sorprendido por el libro de los cinco cardenales que reafirma enseñanza de la Iglesia respecto del matrimonio y la sagrada Comunión

Del libro al cual nos referimos, hemos tratado en nuestra entrada inmediatamente anterior. Esta entrada la dedicamos a la reacción del Card. Walter Kasper ante el mismo.




En primera instancia, ha hablado para Radio Inblu (escuchar audio original en italiano incrustado), Sep-18-2014. Este es un reporte de agencia SIR, del cual hacemos una traducción.

“He quedado muy sorprendido por este título, ‘Permanecer en la verdad de Cristo’, porque es lo que todos queremos. Esta es una competencia de todos los teólogos y no de algunos cardenales. Depende de qué cosa es la verdad católica que no es un sistema cerrado sino abierto a posibles desarrollos, incluso de acuerdo con el Concilio Vaticano II”. Así el cardenal Walter Kasper, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, responde a los micrófonos de RadioInBlu respecto a la intervención de cinco cardenales sobre la posibilidad para que los divorciados vueltos a casar accedan al Sacramento de la Comunión. Según el card. Kasper, “la misericordia, corazón del mensaje cristiano, es un tema central tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Muchos santos han hablado de la misericordia. El mismo Papa Juan XXIII, al inicio de los trabajos conciliares, dijo que la Iglesia debe utilizar los medios de la severidad, pero también la medicina de la misericordia”.

En segunda medida, ha hablado para la revista progresista The Tablet, la cual hace un avance de la misma en su sitio de internet, Sep-18-2014. De allí entresacamos estos apartes.

En una entrevista publicada en el próximo número de The Tablet, el cardenal Walter Kasper añade que su “impresión” es que al Papa le gustaría ver una “apertura” en esta área.

“Espero que los obispos escucharán la voz de las personas que viven como divorciados y vueltos a casar, el sensus fidei. Deberían escuchar y el próximo año deberían decidir qué es posible y qué no es posible”, dijo.

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En su entrevista con The Tablet, el cardinal Kasper dice que ha estado “un poco sorprendido” por la oposición pero subrayó que él no está socavando la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio

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También existe esta entrevista concedida a Andrea Tornielli y publicada en Vatican Insider, Sep-17-2014.

Cardenal Walter Kasper, usted habló en febrero sobre el Sínodo frente a los cardenales y propuso una hipótesis sobre la posibilidad de la comunión para los divorciados que se han vuelto a casar. ¿En qué consiste?

No propuse una solución definitiva, sino –después de haberme puesto de acuerdo con el Papa– hice algunas preguntas y ofrecí consideraciones para posibles respuestas. Este es el argumento principal: el sacramento del matrimonio es una gracia de Dios, que convierte a los esposos en un signo de su gracia y de su amor definitivo. Incluso un cristiano puede fracasar y, desgraciadamente, hoy muchos cristianos fracasan. Dios, en su fidelidad, no deja caer a nadie y, en su misericordia, da quienes quieren convertirse una nueva oportunidad. Por lo tanto, la Iglesia, que es el sacramento, es decir el signo y el instrumento de la misericordia de Dios, debe estar cerca, ayudar, aconsejar, animar. Un cristiano en esta situación tiene una necesidad particular de la gracia de los sacramentos. No se pueden conceder segundas nupcias, sino –como decían los Padres de la Iglesia–, después del naufragio, una barca para sobrevivir. No un segundo matrimonio sacramental, sino los medios sacramentales necesarios en su situación. No se trata de una solución para todos los casos, que son muy diferentes, sino para cuantos hagan todo lo que les sea posible en sus situaciones.

¿Puso usted en duda la indisolubilidad del matrimonio cristiano?

La doctrina de la indisolubilidad del matrimonio sacramental se basa en el mensaje de Jesús; la Iglesia no tiene el poder para cambiarla. Este punto no cambia. Un segundo matrimonio sacramental, mientras la pareja siga con vida, no es posible. Pero hay que distinguir la doctrina de la disciplina, es decir la aplicación pastoral en situaciones complejas. Además, la doctrina de la Iglesia no es un sistema cerrado: el Concilio Vaticano II enseña que hay un desarrollo, en el sentido de una posible profundización. Me pregunto si es posible, en este caso, llevar a cabo una profundización semejante a la que se dio en la eclesiología: aunque la Iglesia católica sea la verdadera Iglesia de Cristo, hay elementos de eclesialidad también más allá de las fronteras institucionales de la misma Iglesia católica. En ciertos casos, ¿no se podrían reconocer también en un matrimonio civil algunos elementos del matrimonio sacramental? Por ejemplo, el compromiso definitivo, el amor y el cuidado recíproco, la vida cristiana, el compromiso público, que no existen en las parejas de hecho.

¿Qué le parece la publicación de este nuevo libro con aportes de cinco cardenales, incluido el Prefecto Müller?

Me ha sorprendido. Lo supe hoy gracias a los periodistas: a ellos les enviaron el texto, a mí no. Nunca me había sucedido nada parecido en toda mi vida académica.

¿En la historia reciente de la Iglesia ha sucedido que algunos cardenales hayan intervenido con esta forma organizada y pública antes de un Sínodo?

Durante el Concilio Vaticano II y en el post-concilio existían las resistencias de algunos cardenales frente a Pablo VI, incluso por parte del entonces Prefecto del Santo Oficio. Pero, si no yerro, no con esta modalidad organizada y pública. Si los cardenales, que son los colaboradores más cercanos del Papa, intervienen de esta manera (por lo menos en relación con la historia reciente de la Iglesia), nos encontramos frente a una situación inédita.

¿Qué espera que suceda durante las próximas semanas, en el debate sinodal?

Espero que podamos tener un intercambio sincero y tranquilo de experiencias pastorales, de argumentos, en una atmósfera de escuhca. No respuestas prefabricadas, sino aclaraciones sobre el “status quaestionis”, y luego habrá todo un año para la discusión a nivel local, antes de las decisiones de 2015.

¿Le parece que Papa Francisco hable demasiado de misericordia?

¿Cómo es posible hablar demasiado de un tema que es fundamental en el Antiguo Testamento? Claro, la misericordia no contradice la doctrina, porque es en sí misma una verdad revelada, y no cancela los mandamientos del Señor; pero es una clave hermenéutica para su interpretación. Papa Juan XXIII en la apertura del Concilio dijo: «Hoy, la Iglesia debe usar no las armas de la severidad, sino la medicina de la misericordia». La misericordia es, pues, el tema central de la época conciliar y post-conciliar de la Iglesia católica.



También hoy ha aparecido una entrevista, objeto de primera página, en el periódico Il Mattino; en ella el card. Kasper habilmente señala que quienes defienden la enseñanza de la Iglesia al respecto están en contra del Papa. Aquí algunos apartes.

¿Ha leído el libro, considerado una réplica a sus tesis doctrinales y pastorales?

“No he visto el debate en curso, el documento lo han mandado a los periodistas, pero no a mi. Es un poco extraño, los periodistas lo tienen y yo no”.

¿Ud. Intervendrá en los trabajos del Sínodo?

“Si, pero soy un miembro normal del Sínodo”.

¿Pero porqué algunos de sus colegas cardenales lo contestan?

“Me contestan porque dicen que el documento base es contra la Verdad”.

¿Y Ud. Como replica?

“Todos estamos por la Verdad”.

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¿Algunos, según Ud., quieren una guerra doctrinal?

“Sí, algunos quieren una guerra doctrinal, pero esta no es la tarea del Sínodo. La Doctrina es clara. No se cambia, se profundiza y se aplica a las situaciones complejas del hombre contemporáneo”.

¿Como se profundizan las situaciones complejas? Por ejemplo el drama de una familia divorciada que ha violado el sacramento del matrimonio indisoluble.

“Se profundizan una a una, las situaciones complejas. Ninguno debe juzgar sino discernir. La luz del Evangelio ayuda al discernimiento de cada situación concreta, a la luz de la misericordia”.

Volvamos al peligro de una guerra doctrinal al Sínodo.

“Yo, sin duda no la quiero. Ellos, tal vez, la quieren. Yo pienso en un Sínodo pastoral”.

¿Es eso lo que quiere también el Papa?

“Es claro. También el Papa quiere un Sínodo pastoral”.

¿Se esperaba esta polémica sobre su relación de base en el Consistorio?

“Yo no soy ingenuo. Sabía que hay otras posiciones, pero yo no había pensado que el debate se transformase y ahora se muestra también sin estilo. Ninguno de mis hermanos cardenales ha hablado nunca conmigo. Yo, por otra parte, dos veces con el Santo Padre. He estado de acuerdo en todo con él. Él estuvo de acuerdo. ¿Qué puede hacer un cardenal, que no es esté con el Papa? No soy yo el objetivo, el objetivo es otro ”.

¿Es el Papa Francisco?

“Probablemente si”.

¿Qué le dice, por último, a sus opositores?

“Ellos saben que yo no hago de mí estas cosas. He concordado con el Papa, hablé con él dos veces. Se ha mostrado contento. Ahora hacen esta polémica. Un cardenal debe estar cerca del Papa, a su lado. Los Cardenales son cooperadores del Papa”.