Tuesday, September 16, 2014

Pulizia in curia: El card. Burke se vería reducido a un título honorífico


El obispo de Roma se quiere desratzingerizar, aquel que lo desratzingerizare, un buen desratzingerizador será.

Artículo de Sandro Magister que trata del presunto nuevo destino del card. Burke.

Diario Vaticano / Exilio en Malta para el cardenal Burke

De impecable prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, está a punto de ser degradado al rol puramente honorífico de "patrono" de una orden de caballería. Por voluntad del papa Francisco

por Sandro Magister

CIUDAD DEL VATICANO, 17 de setiembre de 2014 – La “revolución” del papa Francisco en el gobierno eclesiástico no pierde su empuje propulsor. Y así, como acontece en toda revolución que se precia de tal, siguen cayendo cabezas de eclesiásticos considerados merecedores de esta metafórica guillotina.

En sus primeros meses como obispo de Roma, el papa Bergoglio procedió rápidamente para transferir a cargos de menor rango a tres destacadas personalidades curiales: el cardenal Mauro Piacenza, el arzobispo Guido Pozzo y el obispo Giuseppe Sciacca, considerados por su sensibilidad teológica y litúrgica entre los más “ratzingerianos” de la curia romana.

También parece signada la suerte del arzobispo español Celso Morga Iruzubieta, miembro del Opus Dei y secretario de la Congregación para el Clero, destinado a dejar Roma por una diócesis ibérica que no es de primer nivel.

Pero ahora estaría por producirse una decapitación todavía más notable.

La próxima víctima sería efectivamente el purpurado estadounidense Raymond Leo Burke, quien de prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica no sería promovido – como fantasearon algunos en el mundo web – a la difícil pero prestigiosa sede de Chicago, sino que sería degradado al pomposo – pero eclesiásticamente modestísimo – título de “cardenal patrono” de la Soberana Orden Militar de Malta, reemplazando al actual titular Paolo Sardi, quien hace poco cumplió 80 años de edad.

Si se confirma, el exilio de Burke sería todavía más drástico que el impuesto al cardenal Piacenza, quien ha sido transferido de la importante Congregación para el Clero a la marginal Penitenciaría Apostólica, aunque de todos modos ha permanecido a la cabeza de un dicasterio curial.

Con el desplazamiento en ciernes, Burke sería desplazado totalmente de la curia y colocado en un cargo puramente honorífico y sin ninguna incidencia en el gobierno de la Iglesia universal.

Este sería un movimiento que no parece tener precedentes.

En efecto, en el pasado el título de “cardinalis patronus” de los Caballeros de Malta, en vigor desde 1961, así como el anterior de Gran Prior de Roma, ha sido asignado siempre a cardenales de primer o primerísimo plano como un cargo superior respecto al principal.

Sucedió así con los cardenales Mariano Rampolla del Tindaro (nombrado Gran Prior en 1896, pero permaneciendo como secretario de Estado), Gaetano Bisleti (en ese momento prefecto de la Congregación para la Educación Católica), Gennaro Granito Pignatelli (cardenal decano y obispo de Albano), Nicola Canali (gobernador de la Ciudad del Vaticano), Paolo Giobbe (en la conducción de la dataría apostólica), Paul-Pierre Philippe (también prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales hasta que cumplió 75 años de edad), Sebastiano Baggio (removido de la Congregación para los Obispos pero mantenido como gobernador de la Ciudad del Vaticano y camarlengo), Pio Laghi (hasta los 77 años de edad también prefecto de la Congregación para la Educación Católica).

Dos casos distintos ha sido los del cardenal Giacomo Violardo, quien dos meses después de haber recibido la púrpura al término de un largo servicio curial, a los 71 años de edad reemplazó como patrono al octogésimo nono Giobbe, y del saliente Sardi, nombrado a los 75 años pro-patrono en el 2009 y creado cardenal en el 2010, luego de haber sido durante muchos años el responsable de la oficina que redacta los documentos pontificios.

Además, la jubilación de Sardi no sería una acción obligada, dado que para los cargos extracuriales no vale el límite de los 80 años de edad. En efecto, con la excepción de Paolo Giobbe, todos los cardenales patronos arriba citados pasaron a mejor vida “durante munere”.

Burke tiene 66 años, es decir, está en la plenitud de la edad. Ordenado sacerdote por Pablo VI en 1975, trabajó en la Signatura Apostólica como simple sacerdote con Juan Pablo II, quien en 1993 lo hizo obispo de su diócesis natal de LaCrosse, en Wisconsin. También el papa Karol Wojtyla lo promovió en el 2003 como arzobispo en la prestigiosa sede, alguna vez cardenalicia, de St. Louis, en Missouri. Benedetto XVI lo llamó a Roma en el 2008 y lo creó cardenal en el 2010.

Personalidad muy piadosa, se reconoce también en él la rara virtud de no haber negociado jamás para obtener promociones o prebendas eclesiásticas.

En el campo litúrgico y teológico está muy próximo a la sensibilidad de Joseph Ratzinger. Ha celebrado muchas veces según el rito antiguo, revestido también con la “capa magna”, como por otra parte lo siguen haciendo también los cardenales George Pell y Antonio Cañizares Llovera, sin que por esto hayan sido castigados por el papa Francisco.

Gran experto en Derecho Canónico, por eso mismo nombrado en la Signatura Apostólica, no teme extraer las consecuencias más incómodas, como cuando a tono con los artículos del Código – precisamente el 915 – sostuvo la imposibilidad de dar la comunión a los políticos que pertinaz y públicamente reivindican el derecho al aborto, razón por la cual se ha ganado la recriminación de dos colegas estadounidenses valorados por el papa Francisco: Sean Patrick, de Boston, y Donald Wuerl, de Washington.

Libre en sus juicios, ha sido uno de los pocos que desarrolló anotaciones críticas sobre la "Evangelii gaudium", señalando, a juicio suyo, su valor programático pero no magisterial. Y en vista del próximo sínodo de los obispos reiteradamente ha tomado posición contra las tesis del cardenal Walter Kasper – notoriamente agraciado por el papa Francisco – favorables a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.

El dicasterio presidido por Burke, eminentemente técnico, ha aceptado recientemente un recurso de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada contra una medida tomada respecto a ellas por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apóstolica. Un valiente movimiento a contramano por parte de Burke, que se sitúa en el interior de la acción punitiva emprendida por la Congregación vaticana contra una de las realidades más emblemáticas del tradicionalismo católico, acción que el papa Francisco ha avalado aprobando en forma específica la decisión de la Congregación de impedir a los frailes de la Inmaculada la celebración de la Misa según el rito “tridentino”. Efectivamente, sólo con este tipo de aprobación pontificia un decreto de la curia puede contradecir la ley vigente y, en este caso específico, el motu proprio "Summorum pontificum", de Benedicto XVI.

Es difícil individualizar entre estos antecedentes a los que pueden haber influido en la suerte del cardenal Burke.

Pero es fácil prever que esta degradación definitiva provocará tanto una tumultuosa reacción en el mundo tradicionalista, donde Burke es considerado un héroe, como una oleada de júbilo en el mundo opuesto, donde por el contrario es considerado un esperpento.

Respecto a esta segunda vertiente se puede recordar que el comentarista católico "liberal" Michael Sean Winters, en el "National Catholic Reporter" del 26 de noviembre de 2013, había pedido la cabeza del cardenal Burke, en cuanto miembro de la Congregación para los Obispos, por la nefasta influencia, según su criterio, que él ejercía sobre los nombramientos episcopales en Estados Unidos.

En efecto, el 16 de diciembre el papa Francisco humilló a Burke eliminándolo de los miembros de la Congregación, entre los hosannas del catolicismo "liberal" no sólo estadounidense.

Por cierto, el Papa no lo hizo para obedecer a los deseos del "National Catholic Reporter".

Pero ahora parece justamente que está a punto de dar curso a la segunda y más grave degradación de una de las personalidades más ejemplares que conoce la curia vaticana.

El arzobispo de Río de Janeiro es víctima de un atraco a mano armada


Así se hizo saber en la página de Facebook del Card. Tempesta, Arzobispo de Rio de Janeiro.

Esta es una información en español de agencia EFE, Sep-16-2014.

Río de Janeiro, 16 sep (EFE).- El arzobispo de Río de Janeiro, Orani João Tempesta, fue víctima de un atraco a mano armada la noche del lunes, informó hoy el cardenal en un comunicado.

En el momento del atraco, alrededor de las 20.00 hora local (23.00 GMT), Tempesta estaba en un automóvil en compañía de un seminarista, del fotógrafo de la archidiócesis y del conductor.

El grupo acababa de salir del centro de formación de Sumaré, una escuela para obispos que funciona al lado de la residencia oficial del arzobispo, en el centro de Río de Janeiro.

El vehículo fue interceptado por tres hombres armados que obligaron a los ocupantes a entregar todas sus pertenencias, incluyendo el equipo de trabajo del fotógrafo, el crucifijo y el anillo cardenalicio de Tempesta, la sotana del seminarista y el traje del conductor.

En la huida, los ladrones tiraron la mayoría de los bienes que habían robado, con excepción de la cámara fotográfica, según informó la Policía Militarizada, que encontró los objetos, incluido el crucifijo y el anillo de Tempesta, que fueron devueltos a sus dueños.

Un asesor del arzobispo afirmó al diario O Globo que uno de los ladrones reconoció al religioso y le pidió disculpas antes de huir con el botín.

Después del robo, el cardenal Tempesta continuó con su agenda y se dirigió a la archidiócesis para participar en un debate con los candidatos al gobierno de Río de Janeiro en las elecciones del próximo octubre.

Segunda visita portuguesa a Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesiæ


El pasado Sep-05-2014 un grupo de jóvenes sacerdotes portugueses fue recibido en audiencia por el Papa emérito Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesiæ, en cuya ocasión le obsequiaron algunos presentes, destacándose un cáliz grabado con su escudo de armas.




Uno de los participantes, el P. Helder Ruivo, publicó una colección de fotos en su página de Facebook. Así mismo, ha tenido la gentileza de enviarnos algunas impresiones personales de dicha visita, de la cual publicamos un pasaje.



Fue una grande Gracia que Dios nos concedió que el Santo Padre nos haya invitado para rezar las Vísperas con él. Además de la oración, pudimos oír algunas palabras que nos dirigió y ofrecerle algunos presentes a forma de mostrarle nuestra gratitud por su glorioso Ministerio y por el ejemplo que ha sido y es hoy para todos nosotros y para la Santa Iglesia. Fue precisamente eso mismo lo que le destacamos, le referimos que él, el Santo Padre, fue para nosotros un “formador de Seminario a distancia”. Estas palabras lo dejaron emocionado. Me parece que el Santo Padre quedó muy contento con la demostración de nuestro afecto y gratitud para con él, y nos refirió que eramos la segunda visita que recibe de Portugal en el monasterio Mater Ecclesiae. La primera había sido la de Nuestra Señora de Fátima.

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En cuanto a la salud del Santo Padre, no noto sinceramente ninguna diferencia en relación al momento de su renuncia. Continúa con una lucidez de raciocinio fabulosa y tiene todavía mucho que dar a la Iglesia de Dios.

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