Sunday, September 07, 2014

¡Nada de insultos!, eso es feo, ¿entendido?



“Cristianos con cara de pepinillos en vinagre”, “cristianos cerrados, tristes y atrapados”, “cristianos derrotados”, “cristianos liquidos”, “cristianos que recitan el credo como loros”, “cristianos de fe diluida y esperanza débil”, “momias de museo”, “lepra del papado”, “coprófilos fomentadores de la coprofagia”, etc, etc, etc... ¿Les suenan conocidas esas expresiones (sobre las cuales incluso existe un diccionario)? ojalá no, porque no deberían aprenderlas, ni utilizarlas, ni tampoco expresiones similares a esas. Lo ha exhortado hoy el Papa Francisco durante el tradicional rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.



“Es muy feo ver salir de la boca de un cristiano un insulto o una agresión. Es feo ¿Entendido? ¡Nada de insultos! Insultar no es cristiano ¿Entendido? Insultar no es cristiano” (en el video ir al Min 8:18), ha dicho entre otras hoy el Pontífice tomando como referencia el Evangelio que se lee durante la Misa correspondiente al vigésimo tercer Domingo del tiempo ordinario según la Forma Ordinaria del rito latino.

Esta es una traducción de las palabras de hoy del Papa proporcionada por Radio Vaticano, Sep-07-2014.

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!

El Evangelio de este domingo, tomado del capítulo 18 de Mateo, presenta el tema de la corrección fraterna en la comunidad de los creyentes: o sea cómo debo corregir a otro cristiano cuando hace algo que no está bien. Jesús nos enseña que si mi hermano cristiano comete una culpa contra mí, me ofende, yo debo usar la caridad hacia él, antes que todo, hablarle personalmente, explicándole que aquello que ha dicho o hecho no es bueno ¿Y si el hermano no me escucha? Jesús sugiere una intervención progresiva: primero, vuelve a hablarle con otras dos o tres personas, para que sea más consciente del error que ha cometido; si, no obstante esto, no acoge la exhortación, es necesario decirlo a la comunidad; y si tampoco escucha a la comunidad, es necesario hacerle percibir la fractura y el distanciamiento que él mismo ha provocado, haciendo venir a menos la comunión con los hermanos en la fe.

Las etapas de este itinerario indican el esfuerzo que el Señor pide a su comunidad para acompañar a quien se equivoca, para que no se pierda. Es ante todo necesario evitar el clamor de la habladuría y el cotilleo de la comunidad - ésta es la primera cosa, evitar esto-. "Ve y corrígelo en privado" (v. 15). La actitud es de delicadeza, prudencia, humildad, atención hacia quien ha cometido una culpa, evitando que las palabras puedan herir y matar al hermano. Porque, ustedes saben, ¡también las palabras matan! Cuando hablo mal. Cuando hago una crítica injusta, cuando con mi lengua 'saco el cuero' a un hermano, esto es matar la reputación del otro. También las palabras matan. Estemos atentos a esto. Al mismo tiempo esta discreción tiene la finalidad de no mortificar inútilmente al pecador. Es a la luz de esta exigencia que se comprende también la serie sucesiva de intervenciones, que prevé la participación de algunos testimonios y luego incluso de la comunidad. El objetivo es aquel de ayudar a la persona a darse cuenta de aquello que ha hecho, y que con su culpa ha ofendido no solamente a uno, sino a todos. Pero también ayudarnos a librarnos de la ira o del resentimiento, que sólo nos hacen mal: aquella amargura del corazón que trae la ira y el resentimiento y que nos llevan a insultar y a agredir. Es muy feo ver salir de la boca de un cristiano un insulto o una agresión. Es feo ¿Entendido? ¡Nada de insultos! Insultar no es cristiano ¿Entendido? Insultar no es cristiano.

En realidad, ante Dios todos somos pecadores y necesitados de perdón. Todos. Jesús, de hecho, nos ha dicho no juzgar. La corrección fraterna es un aspecto del amor y de la comunión que deben reinar en la comunidad cristiana. Es un servicio recíproco que podemos y debemos darnos los unos a los otros. Corregir al hermano es un servicio, y es posible y eficaz solamente si cada uno se reconoce pecador y necesitado del perdón del Señor. La misma consciencia que me hace reconocer el error del otro, me hace acordar que yo me equivocado primero y que me equivoco tantas veces.

Por esto, al inicio de la Misa, estamos siempre invitados a reconocer ante el Señor que somos pecadores, expresando con las palabras y con los gestos el sincero arrepentimiento del corazón. Y decimos '¡ten piedad de mí, Señor, que soy pecador! Confieso, a Dios omnipotente, mis pecados'. O nosotros decimos: 'Señor ten piedad de éste que está junto a mí o de ésta, que son pecadores'. ¡No! '¡Ten piedad de mí!' Todos somos pecadores y necesitados del perdón del Señor. Es el Espíritu Santo el que habla a nuestro espíritu y nos hace reconocer nuestras culpas a la luz de la palabra de Jesús. Y es el mismo Jesús que nos invita a todos, santos y pecadores, a su mesa recogiéndonos de los cruces de los caminos, de las diversas situaciones de la vida (cfr Mt 22,9-10). Y entre las condiciones que acomunan a los participantes en la celebración eucarística, dos son fundamentales, dos condiciones para ir bien a Misa: todos somos pecadores y a todos Dios dona su misericordia. Son dos condiciones que abren las puertas de par en par para entrar bien a Misa. Debemos recordar esto siempre antes de ir hacia el hermano para la corrección fraterna.

Pidamos todo esto por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, que mañana celebraremos en la conmemoración litúrgica de su Natividad.

El nacimiento de un nuevo “Francisco Javier”: Fernando Bargalló

Yo veo que muchas veces en la Iglesia, independientemente de este caso, pero también en este caso, se van a buscar “pecados de juventud”, por ejemplo, y se publican. No los delitos, ¡eh!, los delitos son otra cosa: el abuso de menores es un delito. No, los pecados. Pero si una persona, laica o sacerdote o religiosa, ha cometido un pecado y después se convierte, el Señor perdona, y cuando el Señor perdona, el Señor olvida y esto para nuestra vida es importante. Cuando vamos a confesarnos y decimos de verdad: “He pecado en esto”, el Señor olvida y nosotros no tenemos derecho a no olvidar, porque corremos el riesgo de que el Señor no se olvide de nuestros pecados. Es un peligro éste. Esto es importante: una teología del pecado. Muchas veces pienso en san Pedro: cometió uno de los peores pecados, renegar de Cristo, y con este pecado lo hicieron Papa. Tenemos que pensarlo bien.

Francisco
Conferencia de prensa durante el vuelo de regreso a Roma
Viaje apostólico a Rio de Janerio
con ocasión de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud
Jul-28-2013




No, ya no es el “obispo cariñosito” que fue en el pasado, ahora es un penitente, ayunante, flagelante, renovado, tranformado, diríamos otro hombre completamente diferente a aquel que saltó a las noticias en 2012 por haber cometido, según sus propias expresiones, “una imprudencia”, la de haberse dejado pillar en una situación confusa con una admiradora suya en unas vacaciones en Puerto Vallarta, México (ver aquí y aquí). ¡Atención!, porque la “imprudencia” fue dejarse pillar, no que se hubiera ido de vacaciones con ella; y hay que recordar que no toda imprudencia constituye pecado. Hablamos del anterior obispo argentino de Merlo-Moreno, Mons. Fernando Bargalló (imágen). Aún así, en aquel entonces, renunció “de acuerdo al cánon 401, párrafo 2 del CIC” (ver aquí), es decir, ó estaba enfermo ó concurría una causa grave para que renunciara como Ordinario de la diócesis.

La gravedad no era tanta, ni estaba enfermo, apenas para impedirle ser Ordinario de la diócesis, pero no para que pase el resto de sus días desgastándose en la ardua labor de ser misionero, como lo será ahora. Con que podríamos estar presenciando el nacimiento de todo un héroe de la evangelización y, quién sabe, a lo mejor un nuevo “Francisco Javier”. ¿El pasado?, bueno, fue tan sólo un pecado, ¡perdón!, que no fue pecado, fue “una imprudencia”, como se dice ahora “de juventud”, que alguien buscó para publicarla, pero ningún delito ni nada parecido, porque los delitos son otra cosa, ¡eh!. Eso queda reservado para los pelagianos, autorreferenciales sospechosos de cripto-lefebvrismo y no convenientemente adultos y aggiornados.

Información de Diario Río Negro, Sep-05-2014.

El obispo Bargalló será misionero en Neuquén
09:19 05/09/2014

El ex titular de la diócesis Merlo-Moreno y de Cáritas Argentinas fue fotografiado junto a una mujer en una exclusiva playa de México.

NEUQUÉN (AN).-
El ex obispo de Merlo-Moreno y ex titular de Cáritas Argentina, Fernando Bargalló, trabajará en la diócesis de Neuquén como misionero, confirmó ayer a "Río Negro" el obispo de Neuquén Virginio Bressanelli.

La ascendente carrera de Bargalló en la Iglesia Católica terminó cuando en junio de 2012 se difundieron imágenes suyas junto a una mujer en las exclusivas playas de Puerto Vallarta, en México. Al ex obispo se lo veía en comprometedoras escenas junto a María de las Victorias Martínez Bo, una amiga de la infancia.

"El obispo pecó y cumplió una penitencia muy grande. Estuvo dos años rezando y cumpliendo la pena en un templo. La Iglesia lo perdonó porque Dios perdona. La Iglesia no puede condenar eternamente", dijo Bressanelli ayer ante una consulta de este diario

El obispo de Neuquén aclaró que la fecha de llegada de Bargalló a Neuquén no está confirmada. Aseguró que vendrá y desempeñará tareas de misionero, pero no lo hará en la capital.

Sobre el ex obispo, Bressanelli sostuvo que es "una persona muy generosa y entregado a los pobres". Dijo que está "muy contento" de recibirlo en la diócesis local y viene a "entablar lazos con la comunidad nuevamente, desde cero, en alguna comunidad de la provincia".

Bargalló tiene 59 años y ejerció el cargo de obispo en Merlo-Moreno desde 1997 hasta 2012. En noviembre de 2005 fue elegido presidente de Cáritas Argentina y ocupó ese cargo hasta noviembre de 2011. En marzo de 2007 quedó presidente de Cáritas para la Región América Latina y El Caribe. En noviembre de 2010 fue reelecto como presidente de Cáritas en América Latina por un nuevo período de cuatro años, aunque no completó el mandato por el escándalo amoroso.

El viaje a México generó todo tipo de especulaciones sobre el financiamiento del viaje. Por esa razón Cáritas tuvo que aclarar que

Bargalló no cobraba un sueldo por sus cargos ni manejaba dinero de la entidad.

El día que habló el Papa

"Hay una tristeza que hace que hoy la Iglesia no pueda festejar como quisiera estos 15 años donde se hicieron tantas cosas bajo la guía del pastor", sostuvo el 28 de junio de 2012 el entonces arzobispo porteño, Jorge Bergoglio, en la misa en la que se produjo el cambio de obispo de la diócesis Merlo-Moreno.

El reemplazo provisional de Bargalló fue monseñor Jorge Casaretto y el actual titular de la diócesis es Fernando Carlos Maletti.