Thursday, August 07, 2014

Llamado del Papa para que se proteja de la violencia a los Cristianos en Irak

Declaración del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, a nombre del Papa Francisco. La declaración fue hecha al termino de la conferencia de prensa en la que se presentó el itinerario del viaje de Francisco a Corea.

El Santo Padre sigue con viva preocupación las dramáticas noticias que llegan desde el norte de Irak y que afectan a la población desarmada. Se ven particularmente afectadas las comunidades cristianas: es un Pueblo en fuga de sus propios lugares debido a la violencia que en estos días está golpeando y desarticulando la región.

Durante la oración del ángelus del pasado 20 de julio, el papa Francisco había exclamado con dolor: «Nuestros hermanos son perseguidos, expulsados, tienen que dejar sus casas sin la tener la posibilidad de llevarse nada consigo. A estas familias y a estas personas quiero expresar mi cercanía y mi constante oración. ¡Queridos hermanos y hermanas que están siendo perseguidos, sé lo que sufren y sé que están siendo despojados de todo. ¡Estoy con ustedes en la fe de Aquel que venció el mal!».

A la luz de estos angustiantes eventos, el Santo Padre renueva su cercanía espiritual a todos aquellos que están sufriendo esta dolorosísima prueba y se une a los acorazonados llamados de los obispos locales, pidiendo junto a ellos y por sus comunidades en tribulación, que se eleve de toda la Iglesia una oración coral para invocar del Espíritu Santo el don de la paz.

Su Santidad dirige además a la comunidad internacional un apremiante llamado, para que se active de manera que se ponga fin al drama humanitario en acto, y se emplee en proteger a cuantos están afectados o amenazados por la violencia, y para asegurar las ayudas necesarias, especialmente las más urgentes a tantos desplazados, cuya suerte depende de la solidaridad de los demás.

El papa hace un llamado a la conciencia de todos y a cada creyente repite: «El Dios de la Paz suscite en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación. ¡La violencia no se vence con la violencia. La violencia se vence con la paz! ¡Recemos en silencio pidiendo la paz: todos en silencio... María Reina de la Paz, ruega por nosotros» (Angelus del 20 de Julio de 2014).