Friday, May 30, 2014

Empresario ortodoxo cruza los códigos de barra en su producción: “Es el nombre del Anticristo”

Este es un despacho de agencia Interfax, May-27-2014. Traducción de Secretum Meum Mihi.

27 de Mayo de 2014
Empresario ortodoxo cruza los códigos de barra en su producción

Moscú, 26 de Mayo, Interfax - Los códigos de barras están cruzados con la cruz de San Andrés en los en paquetes con leche fabricados por la empresa del reconocido empresario Ortodoxo, líder del movimiento Svyataya Rus, Vasily Boiko - Veliki .

“Se ha sabido desde hace mucho tiempo que el código de barras en los productos es un prototipo de sello del anticristo, el número 666 está siempre presente en él, el cual es el nombre de anticristo cubierto en la Sagrada Escritura”, informó el servicio de prensa de la compañía.

También se afirma que cuando los códigos de barras se crearon, el “número del anticristo" se introdujo allí intencionalmente.

“Era posible usar ceros neutros o unos, o sietes u ochos. Tres seises se utilizaron al menos por “humor negro, y muy probablemente por ateísmo consciente. Los ancianos ortodoxos hace mucho tiempo han advertido que el código de barras tendrá el sello que se implantará a la gente en la frente y la mano”, se lee en el mensaje.

El fabricante informa que anteriormente llevaron a cabo tres investigaciones sobre el código de barras realizadas por altos profesionales expertos en el campo de la programación, monjes del Monasterio Gregoriou de Athos.

“De acuerdo con la norma, los códigos de barras tienen tres rayas: Dos en los bordes y una en el medio. Otras rayas corresponden al código de cifrado individual y se refieren a las cifras del 0 al 9. Así que tres rayas universales, más largas que las individuales, corresponden a una cifra, la cual es seis. Como hay tres rayas universales, ellas hacen los tres seises”, dice el mensaje.


Esta es una información en español al respecto de La Gran Época.com.

Fabricante de leche tacha el número 666 en el código de barra de sus envases

Es un símbolo del "mal, apostasía, injusticia, maldad, falsas profecías y engaño”, dijo el representante de la rusa Russkoe Moloko

Por Anastasia Gubin - La Gran Época
Mar, 27 May 2014


El fabricante de leche Russkoe Moloko habló muy en serio cuando dijo que tachó “el nombre de la bestia”, representado por el número “666”, en los códigos de barras que se ven obligados a poner en los envases, y lo hizo con lo que llamó ser la “cruz del apóstol San Andrés”. (Foto)

"Durante los últimos cinco años en todos los paquetes de productos bajo la marca "Russkoe Moloko" el código de barras está tachado con una cruz roja. Muchos de nuestros clientes se preguntan: ¿por qué? Recibimos suficientes preguntas, así que nos decidimos a explicar la razón”, escribió la compañía de Vasili Boiko, quien también es el presidente del comité organizador del Movimiento Popular Santa Rusia.

Él agregó que es sabido que en el código de barras de los productos está invisible al simple ojo humano el número 666, impreso como tres barras que exceden el largo de las restantes: una central, y las otras dos a los extremos de cada lado. “Es el nombre del Anticristo”, dice Russkoe Moloko. "Bien pudieron haber usado otros números, sin embargo los números “se eligieron conscientemente”.

“Los ancianos ortodoxos han advertido desde hace tiempo que justamente en la forma de un código de barras estaría presente “la marca” que sería impresa en la frente y las manos” de las personas, por lo que creen que no hay duda que se trataría de un “código maligno”.

“El contenido del número de la bestia en los códigos de barras no se puede dudar. Se realizaron tres estudios de códigos de barras antiguos por expertos de alto nivel en el campo de la programación”, escribió.

Russkoe Moloko citó al documento aportado por expertos monjes del Monasterio Gregoriou en Athos, presentado en el Centro de Informática Sr. George Sahinian de la Universidad de Bonn: “Codificación de European Article Numbering (EAN- 13 )" del 10 de octubre de 1997.

Además nombró al estudio de once científicos y de otros expertos en el campo de las tecnologías electrónicas realizado para la Comisión especial del Santo Sínodo, ingresado por el Sr. Stamatis Kulutru al Santo Sínodo de 1993- 43. “Hay muchos otros. También hay estudios nacionales”, agregó la compañía.

Solo las barras entre los números 666 corresponden a cifras del 0 al 9.

Russkoe Moloko argumentó que incluso las antiguas escrituras previnieron este hecho. Juan el Evangelista en el Apocalipsis dijo: "Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él beberá del vino de la ira de Dios, vaciado puro en el cáliz de su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante los santos ángeles y del Cordero; y sufrirá el humo de su tormento por los siglos de los siglos; y no tienen reposo ni de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, y reciben la marca de su nombre (Rev.14 : 9- 11 )”.

En un comentario del Apocalipsis, además estaría escrito que “el nombre de la bestia se extendería por todas partes, en materia de compra y venta, a las personas que no lo llevasen por cuenta propia”, según Aref Cesarea (9-10 cc). A esto se agrega que “Y el mártir Ireneo escribe que el número del Anticristo 666 es un símbolo del "mal, apostasía, injusticia, maldad, falsas profecías y el engaño”.

Muchos sacerdotes, religiosos, teólogos se oponen a los códigos de barras. La Compañía JSC "Russkoe Moloko" dice estar obligada a ponerlos en el embalaje, porque “sin ello sólo podríamos vender nuestros productos en los mercados agrícolas, pero no en las tiendas. Sin embargo, no descartamos la posibilidad en el futuro de otros procedimientos alternativos de venta, descartando el código de barras”.

“Queremos mostrar nuestra posición: estamos con nuestro Señor Jesucristo, no el Anticristo y sus sirvientes. Y los cristianos no experimentan miedo cuando están haciendo acciones con pensamientos del Señor”, escribió Boskoi en su Web.

Muchos cristianos ortodoxos que creen en esta profecía hacen lo que relata Russkoe Moloko: “tiran inmediatamente el código de barras del embalaje, o arrancan la parte del paquete con el código de barras”.

“En cualquier caso”, advierte la compañía, “no ponga uno de estos paquetes en su escritorio. Y si no se puede romper o tirar a la basura”, Russkoe Moloko recomienda “tacharlo con una cruz”.

“La mayoría de los productores y los consumidores no saben y no piensan en el código de barras. Pero es el pecado cometido por la ignorancia”, concluyó.

En 2007, durante un período de su agitada vida pública, el dueño de Russkoe Moloko Vasili Boiko fue detenido por una disputa de tierras arrendadas, pero fue liberado.

En cambio en los últimos años, Boiko es recordado por una serie de iniciativas en su empresa. Por ejemplo todos los empleados que tienen uniones informales deben someterse a una ceremonia de boda para ser admitidos. Además prohíbe a las mujeres tener abortos, según el medio Forbes de Rusia. En 2012, incluso, se unió a la campaña de Vladimir Putin en Moscú.

¿Estás mal informado?

Los manejadores del mundo se reunen para seguir conspirando en contra nuestra, pero los medios de comunicación, salvo los alternativos y The Guardian, se rehusan a informar.

Hemos buscado información en google con el término ‘Bilderberg’, y en español hemos obtenido un puñado de enlaces, algunos con información repetida (click en la imágen para ampliar).



¿A quién hay que darle las gracias?

Mito y realidad de las segundas nupcias entre los ortodoxos

Sandro Magister en Chiesa On Line, May-30-2014, presenta un interesante texto de Mons. Nicola Bux respecto del mito y la realidad de las segundas nupcias entre los ortodoxos.

Mito y realidad de las segundas nupcias entre los ortodoxos

Es una opinión difundida que las Iglesias orientales admiten un nuevo matrimonio después del divorcio y dan la comunión a los vueltos a casar. Pero esto no es así, explica Nicola Bux. Sólo el primer matrimonio es celebrado como un verdadero sacramento

de Sandro Magister

ROMA, 30 de mayo de 2014 – Al Papa Francisco, en el avión de vuelta de Tierra Santa, le plantearon la pregunta si "la Iglesia católica podrá aprender algo de las Iglesias ortodoxas" en lo que concierne a los sacerdotes casados y a la aceptación de un segundo matrimonio para los divorciados.

Sobre ambos puntos el Papa ha respondido de manera evasiva. Sin embargo, todos recuerdan lo que dijo sobre un segundo matrimonio en una entrevista precedente en un avión, en el viaje de vuelta de Río de Janeiro:

"Un paréntesis: los ortodoxos siguen lo que ellos llaman la teología de la economía y dan una segunda posibilidad [de matrimonio], lo permiten. Creo que este problema – cierro el paréntesis – debe estudiarse en el marco de la pastoral matrimonial".

A esta praxis de las Iglesias de oriente ha hecho referencia también el cardenal Walter Kasper en su relación introductoria al consistorio del pasado febrero, centrando el debate sobre la cuestión de la comunión a los divorciados vueltos a casar en vista del sínodo de la familia.

La idea que existe actualmente es que en las Iglesias ortodoxas se celebran sacramentalmente el segundo y el tercer matrimonio y se da la comunión a los divorciados vueltos a casar.

Pero en realidad las cosas no son así. Entre la celebración de la primera y de la segunda boda, la ortodoxia ha marcado siempre una diferencia no sólo ceremonial, sino también de sustancia, como demuestra la entonación fuertemente penitencial de las oraciones para las segundas nupcias.

A este respecto basta ver el reconocimiento histórico que Basilio Petrà – sacerdote católico de rito latino, pero de origen griego y estudioso de la materia, profesor en el Pontificio Instituto Oriental – ha publicado hace dos meses:

B. Petrà, "Divorzio e seconde nozze nella tradizione greca. Un'altra via", Cittadella Editrice, Assisi, 2014, pp. 212, euro 15,90.

La que sigue es una declaración de lo que son, en realidad, las segundas nupcias en la teología y en la praxis de las Iglesias ortodoxas.

El autor, Nicola Bux, experto en liturgia y docente en la facultad de teología de Bari, es consejero de las congregaciones para la doctrina de la fe y para la causa de los santos y ha participado en el sínodo de 2005 sobre la eucaristía, del que se incluye aquí un interesante episodio.

__________

IGLESIA ORTODOXA Y SEGUNDAS NUPCIAS

de Nicola Bux



Recientemente, el cardenal Walter Kasper se ha referido a la praxis ortodoxa de las segundas nupcias para apoyar que también los católicos que estén divorciados y vueltos a casar sean admitidos a la comunión.

Sin embargo, tal vez no ha dado importancia al hecho de que los ortodoxos no hacen la comunión en el rito de las segundas nupcias, pues en el rito bizantino del matrimonio no está prevista la comunión, sólo el intercambio de la copa común de vino, que no es el vino consagrado.

Por otra parte, entre los católicos se suele decir que los ortodoxos permiten las segundas nupcias, tolerando, por consiguiente, el divorcio del primer cónyuge.

En verdad no es del todo así, porque no se trata de la institución jurídica moderna. La Iglesia ortodoxa está dispuesta a tolerar las segundas nupcias de personas cuyo vínculo matrimonial haya sido disuelto por ella, no por el Estado, en base al poder dado por Jesús a la Iglesia de “disolver y unir” y concediendo una segunda oportunidad en algunos casos especiales (en concreto, en los casos de adulterio continuado, pero por extensión también en ciertos casos en los que el vínculo matrimonial se ha convertido en una ficción). También se prevé, aunque no se alienta, la posibilidad de un tercer matrimonio. Además, la posibilidad de acceder a las segundas nupcias, en los casos de disolución del matrimonio, es concedida sólo al cónyuge inocente.

Las segundas y terceras nupcias, a diferencia del primer matrimonio, se celebran entre los ortodoxos con un rito especial, definido de “tipo penitencial”. Al faltar antiguamente en el rito de las segundas nupcias el momento de la coronación de los esposos, considerado por la teología ortodoxa el momento esencial del matrimonio, las segundas nupcias no son un sacramento verdadero; son, utilizando la terminología latina, un "sacramental", que permite a los nuevos esposos considerar la propia unión como plenamente aceptada por la comunidad eclesial. El rito de las segundas nupcias se aplica también en el caso de esposos que han enviudado.

La no sacramentalidad de las segundas nupcias está confirmada por la desaparición de la comunión eucarística de los ritos matrimoniales bizantinos, que es sustituida por la copa entendida como símbolo de la vida común. Este parece ser un intento de "desacramentalizar" el matrimonio, debido tal vez al embarazo creciente que causaban las segundas y terceras nupcias, a causa de la abolición del principio de la indisolubilidad del vínculo, directamente proporcional al sacramento de la unidad: la eucaristía.

A este respecto, el teólogo ortodoxo Alexander Schmemann ha escrito que precisamente la copa, elevada como símbolo de la vida común, “muestra la ‘desacramentalización’ del matrimonio, reducido a una felicidad natural. En el pasado, ésta era alcanzada con la comunión, la coparticipación en la eucaristía, signo último del cumplimiento del matrimonio en Cristo. Cristo debe ser la verdadera esencia de la vida juntos”. ¿Cómo permanecería en pie esta “esencia”?

Por lo tanto, se trata de un “qui pro quo” imputable en ámbito católico a la escasa o nula consideración por la doctrina, por lo que se ha afirmado la opinión, incluso la herejía, de que la misa sin comunión no es válida. Toda la preocupación sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar, que tiene poco que ver con la visión y la praxis oriental, es una consecuencia de ello.

Hace unos diez años, mientras colaboraba en la preparación del sínodo sobre la eucaristía, en el que participé como experto en 2005, dicha “opinión” fue avanzada por el cardenal Cláudio Hummes, miembro del consejo de la secretaría del sínodo. Invitado por el cardenal Jan Peter Schotte, que entonces era el secretario general, tuve que recordar a Hummes que los catecúmenos y los penitentes, entre los cuales estaban los dígamos, en los distintos grados penitenciales, participaban en la celebración de la misa o en partes de ella, sin acercarse a la comunión.

La "opinión" errónea está difundida hoy entre clérigos y fieles, por lo que, como observó Joseph Ratzinger: “hay que ser, de nuevo, más claramente conscientes del hecho de que la celebración eucarística no está carente de valor para quien no comulga. [...] Al no ser la eucaristía un banquete ritual, sino la oración comunitaria de la Iglesia, en el que el Señor reza con nosotros y en nosotros se participa, ella sigue siendo valiosa y grande, un verdadero don, aunque no podamos comulgar. Si adquiriéramos otra vez un conocimiento mejor de este hecho y volviéramos a ver la propia eucaristía de una manera más correcta, varios problemas pastorales, como por ejemplo el de la posición de los divorciados vueltos a casar, perdería automáticamente mucho de su oprimente peso”.

Lo que se ha descrito es un efecto de la divergencia, y también de la oposición, entre dogma y liturgia. El apóstol Pablo pidió a quienes tenían la intención de comulgar que se examinaran a sí mismos, para no comer y beber la propia condena (1 Corintios 11, 29). Esto significa: “Quién quiera el cristianismo sólo como jubiloso anuncio, en el que no debe estar presente la amenaza del juicio, lo falsifica”.

Nos preguntamos cómo hemos llegado a este punto. Distintos autores, en la segunda mitad del siglo pasado, mantuvieron la teoría – recuerda Ratzinger – según la cual “la eucaristía derivaba, más o menos exclusivamente, de las comidas que Jesús consumía con los pecadores. […] Pero de ello deriva después una idea de la eucaristía que no tiene nada en común con la costumbre de la Iglesia primitiva”. Aunque Pablo proteja a la comunión del abuso con el anatema (1 Corintios 16, 22), susodicha teoría propone “como esencia de la eucaristía que ésta sea ofrecida a todos sin distinción alguna y sin condición preliminar, […] también a los pecadores, es más, también a los no creyentes”.

No, sigue escribiendo Ratzinger: desde los orígenes la eucaristía fue entendida como una comida con los reconciliados, no con los pecadores: “Existían también para la eucaristía, desde el principio, condiciones de acceso bien definidas [...] y de este modo ha construido la Iglesia”.

La eucaristía, por lo tanto, permanece como “el banquete de los reconciliados”, algo que es recordado en la liturgia bizantina, en el momento de la comunión, con la invitación "Sancta sanctis", las cosas santas a los santos.

A pesar de todo la teoría de la invalidez de la misa sin la comunión sigue influenciando la liturgia hodierna.

__________

Este texto de Nicola Bux ha sido extraído de la conclusión por él escrita para la última obra de Antonio Livi, teólogo y filósofo de la Pontificia Universidad Lateranense, de inminente publicación, dedicada a los escritos y discursos del cardenal Giuseppe Siri (1906-1989):

A. Livi, "Dogma e liturgia. Istruzioni dottrinali e norme pastorali sul culto eucaristico e sulla riforma liturgica promossa dal Vaticano II", Casa Editrice Leonardo da Vinci, Roma, 2014.

__________


Traducción en español de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares, España.

El reemplazo de Mons. Zollitsch


La Diócesis de Freiburg im Breisgau, Alemania, estaba desde Septiembre pasado carente de cabeza, al haberle sido aceptada la renuncia a Mons. Robert Zollitsch, quien ya había decidido ofrecer la Comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar, y en lugar de disciplinarlo (digamos, haciéndole una “visita fraterna”, o de otra manera), le dedicaron un artículo en L'Osservatore Romano; acaso le enviaron una carta, cosa que no le importó, porque siguió en su empecinamiento, y entre tanto siguió actuando como administrador apostólico de su antigua jurisdicción.

Pues ya no más, porque hoy le ha llegado su reemplazo. Así lo informa V.I.S., May-30-2014.

Ciudad del Vaticano, 30 mayo 2014 (VIS).-El Santo Padre ha nombrado:

-Reverendo Stephan Burger como arzobispo de la Freiburg im Breisgau (superficie16.229 población 4.735.970, católicos 1.953.000, sacerdotes 1.007, religiosos 1.684, diáconos permanentes 246) en Alemania. El obispo electo nació en 1962 en Freiburg im Breisgau (Alemania) y fue ordenado sacerdote en 1990. Es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Teológica de Münster (Alemania) y en su ministerio sacerdotal ha sido entre otros, vicepárroco, párroco, administrador parroquial, promotor de justicia en el tribunal de Freiburg im Breisgau. Actualmente era vicario judicial y canónico del capítulo de la catedral de Freiburg im Breisgau.

[...]