Responsable de la Secretaría de Estado dice que es “prematuro” hablar de reformas en la Curia
La información es proveniente de una entrevista publicada en primera página de la edición diaria en italiano de L'Osservatore Romano, May-01-2013.
Este es un artículo en español al respecto de Andrea Tornielli en Vatican Insider, Abr-30-2013.
04/30/2013
La reforma, Francisco y los consejos (nunca solicitados)
El Sustituto de la Secretaría de Estado, Becciu: «es absolutamente prematuro proponer cualquier hipótesis sobre el futuro de la Curia»
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO
«El Papa todavía no se ha reunido con el grupo de consejeros que eligió y ya hay una avalancha de consejos…». Lo afirmó el Sustituto de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu, en una entrevista con “L’Osservatore Romano” en la que indicó las distancias con respecto a tantas especulaciones sobre la reforma de la Curia y del Ior que han aparecido en las últimas semanas, después del anuncio de la creación de un grupo de 8 cardenales que deberán aconsejar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal y que estudiarán un proyecto de revisión de la Curia.
Con respecto al equilibrio de los poderes, a las hipótesis de nombrar moderadores, coordinadores, «superministerios de la economía», Becciu indicó: «Efectivamente, es un poco raro: el Papa todavía no se ha encontrado con el grupo de consejeros que eligió y ya llueven los consejos. Después de haber hablado con el Santo Padre, puedo decir que en este momento es absolutamente prematuro proponer alguna hipótesis sobre el futuro eje de la Curia. El Papa Francisco está escuchando a todos, pero, en primer lugar, querrá escuchar a los que eligió como consejeros. Después se planteará un proyecto de reforma...».
Sobre el IOR, el Sustituto de la Secretaría de Estado afirmó: «El Papa se sorprendió al ver que le atribuía frases que no ha pronunciado nuca y que tergiversan su pensamiento. La única alusión al respecto la pronunció durante una breve homilía en Santa Marta, improvisando, en la que recordó con pasión que la esencia de la Iglesia consiste en una historia de amor entre Dios y los hombres, y cómo las estructuras humanas, incluido el IOR, son menos importantes. La referencia fue una alusión debida a la presencia en la Misa de algunos empleados del Instituto, en el contexto de una invitación seria a no perder nunca de vista la esencialidad de la Iglesia».
En cuanto a la eventual reestructuración de los dicasterios, Becciu explicó: «No sé prever los tiempos. Sin embargo, el Papa nos ha pedido a todos, responsables de los dicasterios, que continuemos con nuestro servicio, pero sin la intención de proceder, por el momento, en la confirmación de los puestos. Lo mismo vale para los miembros de las Congregaciones y de los Pontificios Consejos: el ciclo normal de confirmaciones o de nombramientos, que se verifican cuando se cumplen los mandatos quinquenales, por el momento se encuentra suspendido, y todos continúan en el propio puesto “hasta nueva disposición” (donec aliter provideatur). Esto indica la voluntad del Santo Padre de tomar el tiempo necesario para reflexionar (y orar, no hay que olvidarlo) para tener un cuadro profundo de la situación».
El arzobispo desmiente que la decisión de nombrar un consejo de cardenales ponga en entredicho el primado del Papa (o pueda demoler el papado), como han afirmado algunos ambientes tradicionalistas: «Se trata de un órgano consultivo, no decisional, y, seriamente, no veo cómo podría esta decisión del Papa Francisco poner en discusión el primado. En cambio, es cierto que se trata de un gesto de enorme relevancia, que pretende dar una señal precisa con respecto a las modalidades conlas que el Santo Padre ejercerá su ministerio. De hecho, no hay que olvidar cuál es la primera tarea que recibió el grupo de los ocho cardenales: asistir al Pontífice en el gobierno de la Iglesia universal. No me gustaría que la curiosidad por la nueva cúpula o por las estructuras de la Curia romana hiciera pasar a un segundo plano el sentido profundo del gesto que llevó a cabo el Papa Francisco».
Becciu añadió que la expresión «aconsejar» no es indefinita: «al contrario, aconsejar es una acción importante, que en la Iglesia se define teológicamente y que encuentra expresión en diferentes niveles. Basta pensar, por ejemplo, en los órganos de participación en las diócesis y en las parroquias, o en los consejos de los superiores provinciales y generales, en los Institutos de vida consagrada. La función del “aconsejar” debe ser interpretada en clave teológica: en una óptica mundana, deberíamos decir que un consejo sin poder deliberativo es irrelevante, pero esto significaría comparar a la Iglesia con una empresa. En cambio, teológicamente, el “aconsejar” tiene una función absolutamente relevante: ayudar al superior en la obra del discernimiento, en la comprensión de lo que el Espíritu exige a la Iglesia en un determinado momento histórico. Sin esta referencia, por lo demás, no se entendería nada, ni siquiera sobre el significado auténtico de la acción del gobierno de la Iglesia»
Las palabras del Sustituto llegan después de muchos rumores sobre reformas, sobre fusiones o agilizaciones, redimensionamientos e incluso sobre la creación de nuevas figuras (como en el caso del “moderator curiae” que propuso el cardenal Coccopalmerio). Pero se ha tradado de ideas, no de proyectos que se estén considerando seriamente, sobre todo porque el verdadero trabajo del consejo de los 8 cardenales elegidos por el Papa Francisco todavía debe comenzar. Y luego, porque el mismo Pontífice está llevando a cabo consultaciones y se está reuniendo con muchas personas, para tener una idea mucho más precisa sobre los problemas que afligen a la “máquina curial”. En esta fase, pues, el Papa escucha más que otra cosa; busca información y da pocas indicaciones. Así, son muchos las alusiones sobre decisiones reales o presuntas y sobre los documentos que se están estudiando, que describen los contenidos de las entrevistas que se han desarrollado en diferentes audiencias y que terminan siendo la expresión de los deseos de los visitantes en lugar de la confirmación de las indicaciones reales del Papa Francisco.
Actualización May-02-2013: V.I.S., May-02-2013, publica una traducción al español de algunos apartes de la aludida entrevista en L'Osservatore Romano con Mons. Angelo Becciu, Substituto de la Secretaría de Estado. Esta una adaptación del texto de la misma.
P. Se han escuchado muchas voces sobre la reforma de la Curia: equilibrio de poderes, moderadores, coordinadores, “superministerios de economía”, revoluciones...
R.- Efectivamente, es un poco extraño: el Papa aún no se ha reunido con el grupo de consejeros que ha elegido y ya llueven consejos. Después de hablar con el Santo Padre, puedo decir que en este momento es absolutamente prematuro hacer ninguna suposición sobre la futura estructura de la Curia. El Papa Francisco está escuchando a todos, pero en primer lugar, querrá escuchar a aquellos que ha elegido como consejeros. Sucesivamente se establecerá un proyecto de reforma de la “Pastor Bonus”, que , obviamente, tendrá que seguir su propio proceso.
P.- Mucho se ha hablado también del IOR, (Instituto para las Obras de Religión) y algunos han llegado a hablar de su supresión...
R.- El Papa se ha sorprendido de que se le atribuyan frases que nunca ha pronunciado y que tergiversan su pensamiento. La única mención de ello ha sido durante una breve homilía en Santa Marta, improvisada, en que recordó con fuerza que la esencia de la Iglesia consiste en una historia de amor entre Dios y los hombres, y cómo las diferentes estructuras humanas, incluida el IOR, son menos importantes. La referencia era una especie de “guiño”, motivado por la presencia en la misa de algunos empleados del Instituto, en el contexto de una seria exhortación a no perder nunca de vista la naturaleza esencial de la Iglesia”.
P. ¿Se prevé entonces que no haya una reestructuración inminente de la forma actual de los dicasterios?
R.- No puedo prever una agenda. De todas formas, el Papa ha pedido a todos los responsables de los dicasterios que continuemos con nuestro servicio, pero sin proceder, de momento, a la confirmación de los cargos. Lo mismo se aplica a los miembros de las Congregaciones y Consejos Pontificios: el ciclo normal de confirmaciones o nombramientos, que se producen al final de los mandatos de cinco años, está suspendido por el momento , y todos continúan en sus funciones "hasta nuevo aviso" (donec Aliter provideatur). Esto indica la voluntad del Santo Padre de tomarse el tiempo necesario para la reflexión - y la oración, no hay que olvidarlo - para tener un panorama detallado de la situación.
P. A propósito de los consejeros, algunos han llegado a sostener que una decisión de ese tipo podría cuestionar la primacía del Papa ...
R.- Se trata de un órgano consultivo, no de toma de decisiones y realmente no veo cómo la decisión del Papa Francisco pueda poner en duda el primado. Lo que es cierto es que se trata de un gesto de gran importancia, que quiere dar una señal clara sobre la modalidad en que el Santo Padre quiere ejercer su ministerio. No hay que olvidar cual es la primera tarea asignada al grupo de los ocho cardenales: ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal. No quisiera que la curiosidad por la configuración y las estructuras de la Curia Romana eclipsasen el sentido profundo del gesto del Papa.
P.- Pero el término "consejero" ¿no es demasiado indefinido?
R.- Por el contrario, el aconsejar es una acción importante que, en la Iglesia se define teológicamente, y se expresa en muchos niveles. Pensemos por ejemplo, en los organismos que participan en las diócesis y en las parroquias o en los consejos de los superiores, provinciales y generales, en los Institutos de vida consagrada. La función de aconsejar debe interpretarse desde una perspectiva teológica: desde una óptica mundana podríamos decir que un consejo sin poder de decisión es irrelevante; pero eso significaría equiparar la Iglesia a una empresa. En cambio, desde el punto de vista teológico, el consejero tiene una función de absoluta importancia: ayudar al superior en su tarea de discernimiento, es decir, en entender lo que el Espíritu pide a la Iglesia en un momento histórico determinado. Sin esta referencia, por otra parte, no se entendería nada sobre el verdadero significado de gobierno en la Iglesia”.
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