Esta historia lleva rondando ya tres días, sin embargo, ningún medio de comunicación en español, católico o secular, ha hecho eco de él. Todo comienza por una infame toma de posición editorial contraria a la Iglesia hecha por el periódico —presuntamente— católico The National Catholic Reporter, respecto de la ordenación sacerdotal para las mujeres. Y no es de extrañar, porque incluso clérigos que tienen posiciones similares a las de este medio de comunicación, son obviados o ignorados por la autoridad correspondiente, e incluso promovidos a Ordinarios (ver aquí)
Aquí traducimos, con ciertas adaptaciones, un aparte de artículo de Catholic World News, Dic-04-2012.
The National Catholic Reporter ha llamado para ordenación de mujeres al sacerdocio católico, condenando la enseñanza de la Iglesia sobre el asunto como “injusta”.
“Bloquear a las mujeres de la ordenación al sacerdocio es una injusticia que no se puede permitir que permanezca”, proclamó The National Catholic Reporter en un editorial publicado en Diciembre 3.
El editorial criticaba la decisión del Vaticano de expulsar a Roy Bourgeois de la sociedad Maryknoll a causa de su público apoyo a la ordenación de mujeres, y concluía diciendo que el periódico “unía a su voz” a la de Bourgeois en ese esfuerzo.
La posición editorial de The National Catholic Reporter es un claro desafío a la autoridad de la Iglesia. en 1994, el beato Juan Pablo II escribió Ordinatio Sacerdotalis, la cual dice que la Iglesia “no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia”. El editorial de The National Catholic Reporter cita esa afirmación, así como la clarificación de 1995 de la Congregación para la Doctrina de la Fe, diciendo: “Esta enseñanza requiere ser sancionada definitivamente...”
The National Catholic Reporter urge a los católicos a desafíar al Vaticano y continúa presionando por la ordenación de las mujeres:tenemos que hablar en cada foro disponible para nosotros: en reuniones de concejos parroquiales, grupos en los que se comparta la fé, convocaciones diocesanas y seminarios académicos. Deberíamos escribir cartas a nuestros obispos, a los editores de nuestros periódicos locales y canales de noticias.