De lo poco o casi nada sensato que le hemos oído a este sui generis personaje, Hans Küng, nos viene vía The Tablet, Oct-27-2012, página 11:
Preguntado sobre qué le dirá a Dios cuando finalmente se encuentre con Él (suponemos que esa es una forma retórica para designar al juicio particular), Küng responde: “Ten misericordia de mi”.